ven.eras

conozco palabras malas, conozco palabras buenas, conozco canciones que te volarían la cabeza.
presa de este infierno, no hay barreras, no hay sistemas.
un dilema, el amor, el dinero, inocencia, incompetencia. no me des más tus armas, no las muestres, no las tires, prendelas fuego, un rato. mínimamente necesito un rato para concentrarme en lo que no debo hacer. no pienso, mi mente en blanco, la concentración es solo la destrucción de las paz interior, la mente en estado puro no conoce razón ni consecuencia, se trata solo de palabras sueltas que cobran forma por sí solas. hay música que te transporta sin moverte un pelo, hay música y personas, hay música y personas que te cambian la vida, hay otras que solo rellenan un lugar vacío y te confunden, te engatusan.
cuando hace frío te recuerdo,
memoria
me-moria
memo-ria
me-moria.
recordar es morir, ya lo decía el grande.
morir en vida suena tan incongruente como vivir en un mundo como este. más allá de las falencias, hablamos de los principios y de la ya enterrada moral que en un momento nos conducía ¿qué nos llevo a deshacernos de la moral? quizás una buena solución hubiese sido cambiarla/transformarla, simplemente modificarla. valores. recuerdos, cintas con videos de una niñez añorada y perdida, risas en una cama sucia, con sábanas de padres primerizos que se emocionan al ver a su niña sonreír. un gran artefacto que llama mi atención, lo golpeo, me río, babeo. la felicidad es un estado mas no una recopilación de momentos, lo instantáneo no perdura, salvo en el arte.
no tengo intención de dejar de sentir estos escalofríos pero SI de dejarte entrar en mi vida.